martes, 2 de junio de 2009

Verdades sencillas, Pensamientos Claros, Actitudes Maduras.

HEISEI No.5 • Mayo 23 de 2009

Verdades sencillas, pensamientos claros, actitudes maduras. Crecimiento constante, avance permanente, puesto que no importa que pase, todo a la larga es para nuestro bien.

Desafíos se presentan, porque es necesario aprender, saber y tener experiencia; por eso no hagas berrinche ni te quejes… pues la verdad ya no eres un niño.

El dolor y el sufrimiento, en sus distintos grados son propios de nuestra realidad humana, pero si logras cambiar tu visión y te esfuerzas en mantener la actitud correcta, veras que no son tan malos porque no te condenan, te darás cuenta más bien, que son un medio por el cual Dios te indica el camino.

El miedo anida en tus pensamientos de desconfianza. No hay que temer, tú elegiste tu camino de corazón, pero debes ser consciente y responsable por tu decisión; esto significa esforzarse realmente y ser capaz de tener una actitud distinta, que te permita crecer rápidamente y no por el contrario que te destruya lentamente.

Por cierto, la lucha principal se entabla en tu interior, pues no hay más que observar tus propios pensamientos, y aquellos que no te convienen porque te reducen, te frustran y te desgastan, debes combatirlos con fiereza; no te dejes engañar por sus promesas de comodidad o resignación e incluso por sus promesas de satisfacción.

Aférrate a una disciplina diariamente, empieza por construir tu excelencia día a día y pronto te encontraras en el camino de la maestría.

La maestría es una opción para todos los seres humanos en la vida, que al igual que la santidad, todos somos llamados por Dios a ser santos; del mismo modo y ciertamente nuestra vida esta hecha para convertirnos en maestros.

Es solo que cada uno, por la magnitud o calidad de sus pensamientos elige o no esta opción. Muchos tal vez ignoran esta posibilidad, algunos la toman y están dispuestos a pagar su precio, otros tantos se convencen a sí mismos de que no son capaces o que no se lo merecen.

Ya sea la maestría o la santidad, o ambos, ya están como semilla dentro de ti. Son tus pensamientos que los harán brotar, pues ellos darán energía al movimiento de las acciones, que a este nivel, adquieren una categoría de sagrados, aunque sea el acto más pequeño, simple o cotidiano.

La divinidad de la condición humana es inherente en todos nosotros, independientemente de tu ego y sus manifestaciones; pero si logras expresarla a través de tus pensamientos, podras convertirte ya sea en maestro o santo en todas tus acciones.

Si miras bien a los maestros o santos, cuando ellos pasan sus peores tiempos, ellos agradecen y hacen ofrenda a sus dioses o maestros, esto nos sorprende, porque nosotros como pensadores negativos, no podemos ver que ellos son de verdad pensadores dentro de la autentica divinidad humana, y que es por eso que toman las contrariedades, los contratiempos, los problemas, y hasta las desgracias o como nosotros queramos llamarles, como verdaderos ascensos o bendiciones.

Es claro entonces, que para el pensador positivo o el buen pensador, cuando sabe lo que quiere ser, no deja que absolutamente nada se interponga en su camino a llegar a serlo; sabe muy bien que sino pueden matar su sueño, él como el soñador es inmortal!

Hoy en este momento en que estas mira a tu alrededor, trata de sentirte en este mundo y entiende de una vez por todas, que no puedes ni debes limitar tus pensamientos a las condiciones que te rodean ya sean estas buenas o malas, pues sin que te des cuenta tal vez, basta solo un mal pensamiento para que pierdas toda tu alma, sino eres capaz de mirar más allá y con completa fe en la absoluta divinidad que nos rodea siempre.

Alejandro Estrada
Un dia de inspiración - Mayo 24 de 2009
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