domingo, 4 de abril de 2010

10 Años Caminando Hacia La Excelencia Humana A Tráves de las Artes Marciales

HEISEI No.8 • Diciembre de 2009

Podría decir que Tatsujin Dojo surgió de una idea que tuve hace muchos años, ya sea con un propósito deportivo, cultural, humanista e incluso comercial bien definido desde el principio, pero la verdad sea dicha, Tatsujin Dojo ya estaba en mis huesos, en mis ideas y sentimientos antes de que siquiera fuera consciente de eso.



En mis sueños juveniles no había considerado en serio la posibilidad de las Artes Marciales, siendo tal vez “la casualidad” la que me llevara por un camino extraño, pero algo sucedió de forma tan extraordinaria en lo profundo de mí ser, que vino a transformar mi vida entera desde entonces.

Ahora el hecho en si pierde su importancia, pero su significado es lo que verdaderamente me permite comprender con claridad, un proceso de transformación que había iniciado, y que daría una forma distintiva a lo que posterior y conscientemente yo llamaría Tatsujin Dojo.

¿Qué es más importante: la espada o el espadachín?

En esta frase que indaga en la conciencia del Artista Marcial, reside un valor esencial para Tatsujin Dojo, por el que se ha definido desde el principio y es sin más misterio que su razón de ser.

Tatsujin Dojo no surgió de la ambición por la gloria personal, ni tampoco por el deseo del reconocimiento de aquellos que “administran” el respeto a través de unas Artes Marciales que además de ser mal habidas son también mal usadas.

Más que pensar o soñar a Tatsujin Dojo, lo he sentido como el lugar donde podemos redimir nuestros verdaderos valores, donde la virtud intrínseca de la persona no sea violentada por la imposición de “ídolos” sobrevalorados como la única clave de una dignidad que todavía no nos pertenece y por la cual debiéramos “vender nuestras almas” no solo a los falsos maestros sino también a los falsos estudiantes de Artes Marciales.

En todos estos años he aprendido que la verdadera fuerza del guerrero se expresa a través de su más absoluta e ineludible humanidad, siendo inalcanzable su facultad, para los egos exaltados y sus escandalosos ardores.

En Tatsujin Dojo el camino de las Artes Marciales, es transitado para ser mejores personas y no para demostrar una falsa superioridad sobre otros, y es por esta distinción que, el entrenamiento nos permite expresar nuestra individualidad sin atropellar ni abusar de nadie, creciendo plena y primordialmente en nuestras habilidades morales.

“Las Artes Marciales Bujinkan Dojo van más allá de generar solamente Guerreros... Quieren dar paso a Grandes Seres Humanos.”

Es esta frase bandera en donde Tatsujin Dojo encuentra su máxima expresión y su más clara definición, la cual se ha mantenido por diez años de ininterrumpida actividad marcial.

Me siento totalmente satisfecho al notar que en Tatsujin Dojo hemos desarrollado una conciencia de “principiantes”, porque no hemos abandonado nunca la idea de poder mejorar constantemente, al tiempo que nos hemos vuelto más capaces de aprender de todo y de todos, convirtiéndonos cada vez más responsables de nuestra propia ignorancia; del mismo modo hemos sido capaces también de aprender de nuestros errores y de seguir avanzado, dejando de lado todo aquello y a todos aquellos que nos reclaman y nos exigen obligaciones y vergüenzas que nunca nos han correspondido.

Entonces a la hora en que ya se cumplen los primeros diez años de Bujinkan Tatsujin Dojo Colombia®, observo con la misma emoción a todos aquellos seres que han pasado, a los que se han quedado y también las que a futuro llegaran, para reconocerles como mi mejor recordatorio de que Tatsujin Dojo es un lugar donde la verdad debe florecer siempre.

Tatsujin Dojo, 10 años Caminando Hacia la Excelencia Humana




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